Hoy día se ha normalizado la violencia en las relaciones, y se justifica con grandes argumentaciones, teorías y fundamentos. Pero el tono de voz y el gesto corporal revelan lo que se está emitiendo de verdad. Según Marshall Rosenberg, el contenido que recibe el receptor de lo que estamos expresando cuando hablamos es:
El 7% del contenido viene de las palabras
El 35 % del tono de voz
El 55 % la comunicación no verbal, como: pensamientos que no expresamos, gestos, miradas, movimientos corporales, etc.
Estos datos nos invitan a reflexionar sobre la verdadera comunicación.
¿Cómo planteamos aquí el trabajo de la comunicación?
1. Identificando nuestros sentimientos Darlos espacio, con una mirada de pura aceptación, sensibilizándonos y asumiendo responsabilidad, sin dramas.
2. Expresando lo que piensas y sientes sin agredir al otro, con una escucha amplificada del contexto y el momento de los dos.
3. Haciendo una petición clara y concisa de lo que necesitamos sin exigencias.
¿Cómo lo vamos hacer?
Con una escucha profunda de nuestro niño y de las emociones y sentimientos, dándole permiso para que afloren, a través de diferentes propuestas de desarrollo personal y sensibilización corporal, como la meditación y la ecología mental.
Vamos a entrenar la mente a ver de forma global y ver los hechos en vez de lo imaginado. Aprenderemos a liberar ideas condicionadas, que nos mantienen con una mirada sobre las relaciones basada en el pasado.